viernes, 2 de agosto de 2013

¿Por qué asesinan a un Carabinero?

Muerte del carabinero Daniel Silva

Por Marcelo Trivelli
Ex Intendente de Santiago

Cada vez que me informo que un carabinero ha sido herido o muerto en un acto de servicio, me duele el corazón y me pregunto el porqué. El crimen del subteniente Daniel Silva no ha sido la excepción. Por ello, en primer lugar, solidarizo con la familia del joven uniformado y con la Institución y hago propio el dolor de una pérdida absoluta y totalmente innecesaria.

¿Por qué pasó esto? Los victimarios eran “profesionales” con prontuario, debían estar cumpliendo condena en vez de estar libres en las calles de Santiago. Lo que está claro es que el sistema no fue capaz de encerrarlos, ni de corregirlos por la vía del castigo, ni rehabilitarlos a través de apoyo profesional y oportunidades. Hasta ahora, tanto la opinión pública como la política pública, nos hacen creer que la única manera de reducir los delitos es por la vía de encarcelar a los delincuentes. Lamentablemente, este es un tremendo error.

La cárcel es un castigo que impone la sociedad para mantener alejados del crimen a antisociales durante su encierro, pero, al recuperar su libertad, la gran mayoría vuelve a delinquir, tal como ha sido en este caso. Necesitamos urgente una política penitenciaria diferente, dado que no estamos en condiciones de mantener en cadena perpetua a todo aquel que comete un delito.

Por el lado policial, la muerte de subteniente Silva requiere que también seamos capaces de revisar los procedimientos policiales. ¿Debe un carabinero enfrentar a un delincuente armado y exponerse a recibir un balazo a quemarropa? ¿Son los $13 millones robados más importantes que la vida de un policía para exponerse de la manera que lo hizo?

Existen otros procedimientos posibles que disminuyen el riesgo de pérdidas de vida, tales como el rodear el lugar y/o vigilar a la distancia mientras llegan refuerzos, o, por último, permitir que los delincuentes se alejen, para después pesquisarlos sobre la base de los videos grabados por las cámaras de seguridad.


Desgraciadamente, es tanta la presión de la gente y de muchos políticos sobre la policía para obtener resultados inmediatos que muchas veces se pierde el objetivo en el combate a la delincuencia y, como en este caso, se expone al personal policial a correr riesgos más allá de lo razonable.

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